photo mbp . Siempre me ha parecido que comer un ostión es como darle un beso al mar. Pero no al mar de la postal, sino al que sangra sal debajo de las piedras, al que guarda su sabor como un secreto sucio y hermoso. La lengua se llena de algo más que agua. Se llena de una humedad que sabe a origen, a cuerpo dormido en el fondo del.. Read More